Lo ideal a la hora de querer concebir es que la futura madre se prepare durante varios meses antes. Dejar de fumar, de tomar alcohol, seguir una dieta equilibrada y tomar suplementos de ácido fólico deben ser los pasos a seguir desde el momento que se decide buscar el embarazo.
Durante el embarazo
Por norma general, la futura mamá deberá seguir una dieta saludable como en cualquier otro momento de la vida. Lo único que deberá ingerir como máximo 300 calorías de más al día para compensar el embarazo (no comer por dos, como se suele decir). Siguiendo estas indicaciones, se obtendrá una dieta equilibrada:
- Pan, cereales y patata. Estos alimentos representarán el 70% de la dieta. Es mejor consumirlos en sus variedades integrales ya que contienen más vitaminas, minerales y fibra.
- Fruta y verdura. Aquí también entrarían sus variedades congeladas y enlatadas. Se recomienda una ingesta de cinco raciones al día de frutas y hortalizas.
- Carnes y pescados (además de huevos, nueces y legumbres). Todos ellos son fuentes de proteína, vitamina y minerales. Come dos o tres porciones diarias.
- Lácteos. Proporcionan proteína y calcio. Si se puede, se tomarán dos o tres porciones al día.
Aunque no se deba comer por dos, sí que es cierto que hay que duplicar la ingesta de nutrientes para el bebé. Calcio, hierro, ácido fólico, Omega-3 y vitaminas C, D y B12 son los nutrientes más importantes a tener en cuenta. Si no se llega a consumir lo que se requiere al día, se recomienda el uso de suplementos (siempre recetados por su médico).
Después del embarazo
Tras el parto y durante la lactancia la alimentación tiene que ser igual a la del embarazo. No hay “alimentos prohibidos” pero sí que se ha de tener en cuenta que algunos alimentos pueden modificar el sabor de la leche (ajo, apio, espárrago,col, etc.). Sin embargo, si estos alimentos han sido consumidos durante el embarazo, el bebé no suele tener problemas con ello.
Los nutrientes que más necesita la mamá en este periodo son yodo, calcio, hierro y ácidos grasos omega 3 y 6. De nuevo, si no se consigue llegar a un mínimo en la ingesta de estos nutrientes, se puede recurrir a la suplementación (siempre y cuando el médico lo vea aconsejable).
