La técnica de la autoexploración de senos
La autoexploración de senos es una técnica utilizada para detectar cualquier bulto en los pechos. Este proceso es muy importante a la hora de detectar un cáncer de mama. Sin embargo, no todos los bultos que se detectan son malignos, como por ejemplo los miomas. De todos modos, cualquier anomalía detectada debería ser comentada con su ginecólogo.
Se recomienda realizar esta exploración una vez al mes, al haber concluido la regla. La primera autoexploración será de manera muy detenida ya que así se conocerá bien el aspecto y la consistencia normal de sus pechos. Es importante saber que las glándulas mamarias tienen nódulos y puede parecer que se estén palpando pequeños bultos.
Paso I
Frente a un espejo, pon los hombros rectos, los brazos junto a la cadera y observa tus mamas. Deberías ver tus mamas de color, forma y tamaño normales y bien formadas (sin deformaciones ni inflamación). Si detectas hoyuelos, arrugas, bultos, enrojecimiento, sarpullido o dolor; házselo saber a tu ginecólogo.
Paso II
Tras el primer paso, levanta los brazos y trata de observar que todo está bien. Si encuentras hoyuelos, arrugas, bultos, sarpullido o dolor, de nuevo, contacta con tu ginecólogo.
También observa si tus pezones segregan líquido (lechoso, amarillento o transparente) o sangre.
Paso III
Seguidamente, túmbate y explora tu mama derecha con tu mano izquierda y viceversa. Utiliza las yemas de los dedos para asegurar firmeza. El movimiento será en círculos y se efectuará con los dedos juntos y estirados. Cada mama se examinará desde la clavícula hasta la parte superior del abdomen y desde la axila hasta el escote.
Paso IV
Para concluir con la autoexploración, pálpate los pechos estando erguida (de pie o sentada). Se recomienda hacerlo cuando la piel está resbaladiza (por ejemplo, en la ducha) ya que los dedos se deslizan con mayor facilidad. Los movimientos a ejecutar serán los mismos que en el Paso III.